En esta foto nos encontramos al General Franco y a Lluis Companys en 1933, entonces ministro de Marina español, posterior presidente de la Generalitat tras la muerte de Francesc Macià. Aquí muy amigos pero se odiaban a muerte. Dos personajes muy controvertidos, amados por sus seguidores y odiados por el resto de la nación. Companys fusiló al alcalde de Lérida Joan Rovira Roure por organizar el cinco de enero de 1936 la cabalgada de los Reyes Magos en su ciudad.
Eso no es ningún chiste. Fue realidad. En toda la Guerra Civil entre 8000 y 9000 catalanes y catalanas fueron asesinados por orden suya por motivaciones pintorescas. Las víctimas de ETA a lo largo de su historia multiplicados por diez. Actuamente se le considera un mártir y se le venera como a un dios.
De Franco ya no hablamos porque es demasiado popular. Ha provocado demasiada literatura vomitiva para reincidir sobre él,
No hay derecho que compartamos nacionalidad con gente así.  Mientras dure la guerra (2019) de Alejandro Amenábar nos cuenta el Alzamiento Nacional en Salamanca. Indignación de Miguel de Unamuno por la violencia empleada. Carmen de Polo, la esposa de Franco, declara: "Nosotros, lo que queremos es llevar una vida muy tranquila". Un anhelo que muchos deseamos y que nos es negado.