1968, en Francia tuvo lugar el Mayo de 1968, y en el festival de Cannes, cuando proyectaban Peppermint frappé de Carlos Saura, unos estudiantes irrumpieron en el cine para bajar la pantalla. Eran los tiempos de la Nouvelle Vague, la nueva ola, mientras en España decíamos "no somos una nueva ola, somos una ola triste". Las películas del Nuevo Cine Español, por cierto subvencionado por el Estado franquista para lavar su mala imagen, eran deprimentes.
La serie La línea invisible de Mariano Barroso trata de esa época. Yo la conocí y la viví. La bomba al periódico El correo español aún la recuerdo. Son experiencias que te marcan y que nuna se olvidan. Esos niñatos hijos de la pequeña burguesía se reunían en cafeterias para hablar de revolución. Hablabas con ellos y te recitaban los libros de Marx, Lenin o Mao de forma mecánica.
Era una España triste con revolucionarios de pega que hacían gala de teorías estrambóticas. Ese comisario de policía, Melitón Manzanas (Antonio de la Torre), era a la vez un padre cariñoso y un torturador brutal. Esos energúmenos existían en todas partes. No sólo en España. En USA, Francia, Reino Uniido, la policía contaba con gente similar.
Mucha gente pensaba así. Según ellos, todos los problemas se solucionan con mano dura. Daban mucho miedo. Fue terrible vivir aquella época. La primera víctima de ETA era un guardia civil, José Antonio Pardines, que murió por tener demasiada memoria. En un control de carreteras se apercibió que una matrícula de Zaragoza la había leído en una lista de coches robados. Lo cosieron a balazos. Fue el inicio de una tragedia que duró 60 años con 873 muertos. Muchas vidas destrozadas.
En un momento de la serie se comenta que el País Vasco perdió su independencia 500 años atrás. Me quedé perplejo. Los señoríos eran régimenes feudales que pertenecían al Reino de Castilla. Era independiente el Reino de Navarra invadida por el rey de Aragón Fernando el Catóiico. La banda ETA recibió simpatía durante el franquismo pero lo perdió al llegar la democracia  porque siguieron matando y haciendo daño. Nunca debieron haber existido, sus actividades fueron completamente nefastas.