En 1983 tomé la decisión de escribir un guión titulado Sesión continua ignorando que me metía en un nido de tiburones voraces hambrientos de carne. A nadie le interesaba que me pusiera a escribir libretos para llevar a la gran pantalla. En Sitges, los aficionados al fantástico suspiraban un sonado fracaso que me hiciera volver a mis antiguos menesteres. Publicar una revista del género para publicar ellos, por supuesto, y hacer propaganda de nuestros ídolos nacionales. Ídolos que vieron con malas ojos mi nueva aventura. Si triunfaba les podía desplazar por lo que era importante hundirme al precio que sea.

Otros quisieron sacar tajada del asunto y arrebatarme los proyectos para hacerlos pasar por suyos y halagar su vanidad, cobrando los respectivos derechos de autor generados por mi labor creativa. Pero es hora de pasar página y olvidar viejas rencillas. Tenía ante mí un panorama negativo y odioso.

En 1987 durante un asunto extremadamente desagradable le cambié el título al proyecto, pasó a ser La Sombra de Hitchcock, y lo convertí en novela inexperta. Me tiré a la piscina sin ninguna convicción, sin esperar nada. Añadí algunas experiencias transcurridas en el festival de Sitges con anécdotas desagradables y otras más felices. Finalmente la novela se publicó en noviembre de 1991. No tuvo demasiado éxito, otro proyecto la eclipsó (Estruch, del que hablaré más adelante). Los envidiosos rezaban para que me la pegara y volviera a mis antiguos proyectos, editar una revista de cine fantástico para que hiciera propaganda a mis enemigos.

Hubo mucho mal rollo en aquella época. Dejé de asistir a los festivales de Sitges e Imagfic de atmósferas irrespirables. Tiré adelante. Desgraciadamente me topé con un cáncer que padecemos los escritores españoles, las estafas editoriales y sobretodo la de los distribuidores, auténtica lacra mortífera. Vendían mis libros pero no liquidaban quedándose con mi dinero y el aplauso de los celosos envidiosos. Al no liquidarme los beneficios no pude recuperar mi dinero y no pude continuar quedando inédita la segunda entrega de las investigaciones de la inspectora Elisa Narváez, El burdel ibérico.

El burdel ibérico continúa de La Sombra de Hitchcock y nos encontramos ante uno de los más graves problemas de esta democracia. La perversa corrupción política que ha llevado a nuestro país a la ruina. Una auténtica desgracia que sufrimos día a día.

Ambas novelas vieron de nuevo la luz en Amazon en 2019, en versión electrónica y en versión física.

LA SOMBRA DE HITCHCOCK.

Versión electrónica.

Versión física.

EL BURDEL IBÉRICO

Versión electrónica

Versión física

 

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